Nueve de octubre de 2009: la plantilla del Alcorcón, modesto equipo madrileño de Segunda B, junto con el cuerpo técnico esperaban junto a la radio un posible cruce contra alguno de los grandes equipos de la liga. Cual fue su sorpresa, cuando la suerte les emparejó contra el "todopoderoso" Real Madrid. La fiesta había comenzado, lo que no imaginaba nadie era el final de esta historia.
Veintiocho de octubre: Alcorcón iba a vivir un momento histórico: sobre el césped de Santo Domingo iban a correr algunos de los mejores futbolistas del mundo. El objetivo: perder con dignidad. Nada más lejos de la realidad. El pasotismo general del equipo (especialmente, el de Guti) unido con los puntuales arreones locales dieron lugar a una de las derrotas mas bochornosas de la historia blanca.
Lo mejor de esta película es que iba a tener una segunda parte. En el caso del Real Madrid, se podría aplicar el tópico de "segundas partes nunca fueron buenas".
En el Bernabeu, mas de lo mismo: los de Segunda B volvieron a apelar a la casta y al coraje para marcarse otro partidazo (que no pudo evitar la inútil victoria merengue).
Consecuencias de la eliminatoria: por el "lado rico", collejita en la nuca de Tito Floren a Pellegrini que ya le ha avisado de que como haya otro patinazo, en breve podría estar echándole miguitas a las palomas de El Retiro; en Alcorcón, una fiesta que ha durado dos semanas y, como no, un imborrable recuerdo y una bonita historia para contar a los nietos.
Esto es el fútbol, señores. Equipos como el Alcorcon o el Cartagena nos están demostrando que no hace falta gastarse trescientos "kilos" para ganar partidos. La clave, muy simple: echarle "huevos".
Veintiocho de octubre: Alcorcón iba a vivir un momento histórico: sobre el césped de Santo Domingo iban a correr algunos de los mejores futbolistas del mundo. El objetivo: perder con dignidad. Nada más lejos de la realidad. El pasotismo general del equipo (especialmente, el de Guti) unido con los puntuales arreones locales dieron lugar a una de las derrotas mas bochornosas de la historia blanca.
Lo mejor de esta película es que iba a tener una segunda parte. En el caso del Real Madrid, se podría aplicar el tópico de "segundas partes nunca fueron buenas".
En el Bernabeu, mas de lo mismo: los de Segunda B volvieron a apelar a la casta y al coraje para marcarse otro partidazo (que no pudo evitar la inútil victoria merengue).
Consecuencias de la eliminatoria: por el "lado rico", collejita en la nuca de Tito Floren a Pellegrini que ya le ha avisado de que como haya otro patinazo, en breve podría estar echándole miguitas a las palomas de El Retiro; en Alcorcón, una fiesta que ha durado dos semanas y, como no, un imborrable recuerdo y una bonita historia para contar a los nietos.
Esto es el fútbol, señores. Equipos como el Alcorcon o el Cartagena nos están demostrando que no hace falta gastarse trescientos "kilos" para ganar partidos. La clave, muy simple: echarle "huevos".
Enhorabuena, "campeones"
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